Dulce y suave, obtenido a partir de una cuidada selección de Oloroso y Pedro Ximénez, envejecidos conjuntamente durante un mínimo de seis años en botas de roble. De bonito color caoba y aromas a frutos secos.
Graduación: 19,5% Alc. /Vol.
Elaboración: mostos de yema. Fermentación controlada. Fortificación a 19.5º, sabia mezcla de sobretablas de Palomino y Pedro Ximénez para entrar en el sistema de Criaderas y Soleras para su crianza y envejecimiento del tipo físico–químico por oxidación en botas de roble, vejez media mínima de seis años. Como resultado, este singular oloroso dulce o “cream”, que llaman los británicos.
Preferencia de consumo: puede consumirse solo, como acompañante de postres, en cualquier momento, bien frío o con hielo. También en combinado con refresco de naranja.
Graduación: 19,5% Alc. /Vol.
Elaboración: mostos de yema. Fermentación controlada. Fortificación a 19.5º, sabia mezcla de sobretablas de Palomino y Pedro Ximénez para entrar en el sistema de Criaderas y Soleras para su crianza y envejecimiento del tipo físico–químico por oxidación en botas de roble, vejez media mínima de seis años. Como resultado, este singular oloroso dulce o “cream”, que llaman los británicos.
Preferencia de consumo: puede consumirse solo, como acompañante de postres, en cualquier momento, bien frío o con hielo. También en combinado con refresco de naranja.
Notas de cata
Vino oloroso dulce de color caoba con aromas a frutos secos, nuez, y ligero recuerdo a pasas y azúcar tostado. Al paladar es suave, aterciopelado, muy cálido por su contenido alcohólico, retronasal persistente.