Bosque de Matasnos
En 1960, los propietarios de una masa forestal conocida con sobriedad como El Bosque decidieron dedicar su parte más profunda al cereal. Para hacerle sitio al cereal, los antiguos propietarios retiraron millones de kilos de leña de ese bosque malogrado. Los vecinos de la comarca trajeron a sus mulas y asnos para ayudar con la gran recolecta de leña. El sobresfuerzo mató a cientos de asnos, pero dio vida y nombre a nuestro bosque: El Bosque de Matasnos.
Un lugar enigmático, singular, hipnótico y bello.
Un lugar diferente, pero sin alma. ¿O con cientos de almas? Hay que escuchar el Bosque, al que llaman Matasnos donde se desarrollan sus vinos.